Alimentos sanos, trabajo digno, precios justos

Pueblo a pueblo es la herramienta de comercialización de los y las productoras de la Federación Rural. Nos organizamos para mejorar nuestra calidad de vida y de trabajo en el ámbito rural. Buscamos generar una alternativa de comercio justo acercando productos frescos, caseros y de calidad directamente del campo a los consumidores. De esta manera evitamos intermediarios y el encarecimiento de los costos.

Producimos y comercializamos verduras, frutas, huevos, condimentos; productos de almacén como arroz, aceite, yerba, vino y harinas; productos de dietética como frutos secos, legumbres y cereales; productos elaborados como miel, quesos, dulces y conservas; biopreparados para la producción en el campo; y artesanías e indumentaria.

De esta manera aportamos a la construcción de un sistema agroalimentario socialmente justo, económicamente viable y ecológicamente sustentable; que evite que sea el lucro el que determine nuestra alimentación y nuestra cultura alimentaria.

Consumir es un acto político

En los últimos años ha crecido enormemente el debate en torno a los impactos del modelo agroproductivo dominante. La expansión del agronegocio y su paquete tecnológico (semillas transgénicas, agrotóxicos, etc), ha mostrado importantes impactos negativos a nivel tanto económico (dependencia de insumos en dólares, mayor concentración de la propiedad de la tierra, desplazamiento de otras actividades productivas), social (expulsión del campo a la ciudad, desaparición de saberes y oficios) y ambiental (contaminación de cursos de agua, pérdida de productividad de suelos, graves problemas de salud tanto en las zonas productoras como en los consumidores).

Se problematiza toda la cadena de producción, comercialización y consumo, controlado por un grupo reducido de multinacionales que definen ”como” producir, “que” producir, “como elaborar” los alimentos, y a su vez, son también los formadores de precios. ¿Dónde queda entonces nuestro derecho a la soberanía y seguridad alimentaria?

Teniendo como punto de partida que “consumir es un acto político”, y consolidando el poder que tenemos como consumidores, es que apostamos a generar un consumo responsable que implique acceso a alimentos producidos sin mano de obra esclava, sin contaminar el ambiente ni enfermar a quien los produce ni a quien los consume, que sean nutricional y culturalmente adecuados, pagando por ellos un precio justo.

¡Te invitamos a problematizar el consumo y a apostar a transitar un camino diferente, basado en los pilares de la economía popular!

 

Contacto